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viernes, 6 de junio de 2008

Moisés

Por su interés, al menos para nosotras, reproducimos integramente el artículo que Javier Eder publica en su columna semanal del Diario de Noticias. ¡Es que lo borda!

Dice, ¿sabía que cualificados miembros de la dirección regionalista comentaban el domingo que "Dios tiene que ser de UPN", pues mientras diluviaba en todas partes, en Senda Viva, ese arca de Noé con dos animales de cada especie donde se celebraba la fiesta del navarrismo, la lluvia ni se insinuó?

Digo, hombre, Dios no iba a ser republicano y de izquierdas, porque aunque algunos paganos supusieran que Dios no es más que un loco que se cree Dios, piedras contra su tejado no tira. También hay quien supone que Dios fue una invención de Moisés. Dicen que Moisés, en esencia un esencialista, pensó que si bajaba del Sinaí y confesaba toda la verdad, a saber, que él era el autor intelectual de las tablas de la Ley, se iba a organizar un gallinero que para qué. Así que zanjó el debate antes de que empezara presentando las tablas de la Ley como Verdad Revelada.
Las tablas de la Ley, como esencialismo, tienen la virtud de que si donde dice "Dios" pones, pongamos por caso, "Navarra" -amarás a Navarra sobre todas las cosas, no tomarás el nombre de Navarra en vano…-, ya tienes otra Santa Causa más allá de la idea equivocada que las izquierdas, cuando existían, venían sosteniendo con terquedad: que el hombre no es una criatura de Dios perfectamente acabada -acabada, de derechas de toda la vida y más navarra que el que más-, sino un aventurero proyecto en marcha que a veces va para delante y las más de ellas para atrás.

Senda Viva, no sólo por lindar con desiertos tan parecidos a los de Moisés, está llamado a ser nuestro Sinaí. Sanz, testimonialmente, pudo haber descendido el domingo por la gran tirolina con las tablas de la Ley: amarás a Navarra sobre todas las cosas… De hecho, el líder upeneísta ya ejerce como Moisés del navarrismo y por ahí se le vislumbra mucho futuro: guardián de las grandes esencias y de los pequeños que las acompañan, como el indestructible dogma de la gobernabilidad, gracias al que el navarrismo sigue su camino a la eternización, Dios mediante y sin oposición.
Nota de la redacción: Hemos tapado la cara del niño que va en el bobsleigh para que no se sepa que es el hijo de la Barcina.
Gehiago

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sacate una tabla de quesos y paté, que las tablas de la ley las tiene Moises Sesma. ¡Vaya tablón!

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho lo del tomate, langostinas.
Si hay que ponerle alguno en la cara al que va arriba avisarme que yo se lo pongo. Choff!! ... y luego se hace la foto.

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