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martes, 27 de octubre de 2009

¡Que pin, que pan!


El lunes Miguel Sanz disfrazado de hormiga atómica se dio unas vueltecillas por el nuevo circuito de velocidad de Los Arcos. El circuito, que todavía no se llama Reyno de Navarra, lo financia, y no es un sarcasmo, la sociedad pública SPRIN.

Nuestros vendedores de humo y miedo al vasco, han tenido el descaro de montar hasta una Sesión de Gobierno para presentar, a 26 millones de personas, una obra sin terminar y que con "total transparencia" ha pasado de ser en 2007 un proyecto privado (65% Construcciones Samaniego y 45% SPRIN) de 6 millones de euros a uno público (5% Construcciones Samaniego y 95% SPRIN) de más de 55 millones, aunque el propio Presidente Sanz reconoce que todavía no sabe el coste final. Y si no lo sabe él que es el jefe ¿quién lo sabe?.

Según la prensa del régimen el corellano recorrió el circuito, con chofer, a 190 kilómetros por hora, vamos que se sintió como en el coche oficial ya que es vox populi que no respeta ningún limite, el de velocidad tampoco.

Resulta chocante que se presuma en New York de energías renovables y se apueste por la espectáculos que idolatran el derroche sin límite de energías fósiles. Todo un ejemplo de originalidad e imaginación como el de acusar de "querer vivir en las cavernas" a los partidos que denuncian estas tropelías.


Aunque, igual tienen razón y logramos atraer a tierra Estella a todos los locos del motor y con un poco de suerte podemos ver en directo, ya que nos lo van a quitar de la tele, al Jonan y al Txori y a toda la peña de Baraka.

2 comentarios:

Redacción LTXD dijo...

Muy grande, compañeros!

Casto López Armada dijo...

Para mi, lo que haga Sanz, se aplaude y punto. Ya veréis como dentro de sólo dos años ya le estamos echando de menos.

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