La batalla de los calderetes

Pamplona es fiel a las tradiciones. Este fin de semana en las fiestas de la Txantrea se volvió a demostrar con rotundidad la verdad de esta afirmación.

Como es tradicional, el barrio de la Txantrea celebra los primeros días de mayo sus fiestas populares y como también es tradicional el Ayuntamiento de Pamplona se dedica a poner trabas a la iniciativa popular y a prohibir alguno de los festejos programados. Hasta ahí normal, lo extraordinario ha sido lo mal que les ha salido este año la jugada y lo que hemos disfrutado en el barrio comiendo, bebiendo, bailando y riéndonos tras ganar por goleada la "Batalla de los calderetes".

Con la excusa de las quejas de un par de vecinos del paseo de los Alemanes, el área de protección de Yolanda de la Ciudadanía con Doña Ana Elizalde Urmeneta a la cabeza (se ve que esta semana no tenía mucho trabajo quitándole multas a su hermano) prohibió la celebración de los calderetes (una de las mejores fiestas de todo Pamplona con más de 3.000 participantes) en su lugar habitual y los mandó a las campas de Irubide. La excusa le duró dos días, es decir, el tiempo que costó recoger más de 300 firmas de vecinos de la zona a favor de la fiesta popular.

En el área municipal cundió el nerviosismo y decidieron impedir a toda costa y a todo coste (que claro ellos no pagan) impedir ese acto de tan poco glamour, y tan subversivo, como los calderetes. Entre otras cosas hicieron los siguiente:

• Retirar el miércoles por la noche las papeleras que la Mancomunidad había colocado por la mañana.
• Colocar el viernes por la tarde dos barracones de obra delante del Centro de día para ocupar espacio festivo.
• Cortar, por primera vez en 20 años, la hierva de la campa de Irubide el viernes por la mañana.
• Mantener un servicio de vigilancia de la policía municipal (¿cuántas horas extras?) durante toda la noche del viernes para impedir aparcar vehículos con material.
• Desplegar a los "hombres de Simón" con material antidisturbios desde las 7 de la mañana para amedrentar a los pacíficos cocineros.
• Regar, después de dos días de tormentas, con 20.000 litros de agua la campa de Alemanes la madrugada del sábado para anegar el espacio habitualmente usado por los vecinos. ¡Gracias Barcina, nos gusta tu piscina!
• Identificar a personas y vehículos con el fin de sancionar al vecindario por desobedecer las órdenes de "la Señora". ¿Cuántas multas van a poner? ¿Cuánto se van a gastar en abogados para defender lo indefendible en los juzgados?
  

A pesar de todo ello, la gente supo responder de forma pacífica, festiva y unitaria a esta nueva provocación de la Yoli marcando el camino para impedir que siga imponiendo su santa voluntad.

Este pasado 1 de mayo le hemos ganado la batalla de los calderetes, esperemos ganarle el año que viene las elecciones y pasar las mejores fiestas de nuestras vidas.

Aquapark en Alemanes. Aingeru Epaltza