El insultico

Una fiesta como los sanfermines está llena de tradiciones, aunque alguna no tenga más de dos años, que contribuyen a que sean "en el mundo entero unas fiestas sin igual".

Uno de los actos más esperado, tanto por los creyentes como por los no creyentes, es la procesión del santo patrón de Navarra en la que se dan infinidad de "momenticos"; cuando sale el santo, las diferentes jotas o el baile de los gigantes en la Catedral.

Uno de estos actos entrañables que cada día está cogiendo más fuerza y apoyo es el popularmente conocido como el "insultico". Este tiene lugar entre las calles Mercaderes y Curia en el momento en que la Alcaldesa, Yolanda Barcina, está más cerca del pueblo llano (sobre todo porque se estrecha la calle). En ese momento la gente haciendo uso de su derecho a la libertad de expresión se dedica a decirle a la primera dama lo que piensa de su impecable gestión.

A la futura presidenta de Navarra, como buena demócrata orgánica, no le gusta nada que le llamen de todo menos guapa, por lo que, siguiendo el lema "aquí sólo es tradición lo que yo digo", está empeñada en que el "insultico" pase a mejor vida.

Cada año nos sorprende con una nueva medida, generalmente llamada al fracaso, para evitarse este mal trago. En 2007 con la escusa de la pancarta del Muthiko se retiró en el Ayuntamiento, el año pasado mandó llamar a los "Hombres de Elmanson" y este año ha instalado media docena de cámaras de dudosa legalidad para identificar y se supone que sancionar a quien ose criticar a esta valiente burgalesa llamada elevar a Pamplona a sus más alta cotas de modernidad.


En langostinos y lentejas hemos pensado que la instalación de estas cámaras nos brinda una oportunidad inigualable para copiar las formas de divertirse de la Barci y salir el día 7 disfrazados de "rastas" para en vez de pasar miedo, pasárnoslo de miedo y de paso ofrecerle a Santamaría unos vídeos que ni los conciertos de Bob Marley.