Estas declaraciones se producen dos días después de que apareciera muerta, Chantal Sébire, una mujer francesa aquejada de un cáncer nasal terminal que le producía terribles dolores y le había deformado terriblemente. Chantal, al igual que el gallego Ramón San Pedro, había acudido a la Justicia; ilusa de ella, en busca de justicia, es decir, del derecho a una muerte digna. La Judicatura, al igual que nuestro ex-arzobispo, le negó tal derecho por lo que se tomó la justicia por su mano.
Al equipo de langostinos y lentejas nos parece preocupante la hipocresía y frivolidad de la Jerarquía Eclesiástica. ¿Proponen el modelo de Cristo, hijo de Dios, para todos los seres humanos? ¿Qué hacemos ante un cáncer de páncreas, lo curamos, mitigamos el dolor, o crucificamos al paciente? ¿A una víctima de un accidente le llevamos a la UCI o a la CRUCI?
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¡Consejos vendo y para mi no tengo!